1) Estar con ellos con afectuoso cariño
2) Escuchar sus experiencias religiosas para acompañarlos y
3) Completar lo que les falta, o sea realizar con ellos una evangelización completa y vivencial.
VIDA Y MUERTE DEL
MILAGROSO “GAUCHO ANTONIO GIL”
Hay cuantiosos relatos acerca de la vida y muerte del Gaucho Antonio
Gil debido a que la tradición del lugar abunda en leyendas y es profunda en
cuanto a la creatividad por parte de los poetas.
Antonio Gil era uno de los tantos campesinos que poblaban el
Pay-Ubre, su nombre verdadero fue Mamerto Giles Nuñez.
Transcurría el año 1876 y en Corrientes las luchas civiles entre
liberales y autonomistas se ponían mucho
más tensas, fue entonces que el jefe Departamental de Mercedes Cnel. Juan
Zalazar (liberal excombatiente de la guerra con el Paraguay) decidió convocar a
los campesinos del lugar para luchar
contra los autonomistas, entre ellos se encontraba Antonio Gil. Las
tropas partieron al lugar del
enfrentamiento, pero en momentos en que las mismas acampaban, Gil decidió desertar porque en la noche anterior había
tenido un sueño donde se le apareció un ángel del Señor que le decía: “ No
derrames la sangre de tus semejantes”. Al día siguiente cuando las tropas se
encontraban próximas al Batel, el coronel Zalazar fue informado que el
conflicto se había solucionado, luego estos regresaron pero la fuga de Gil ya
fue comunicada al coronel.
Zalazar ordenó su captura ya que su acción de desertar era un
antecedente negativo para el comportamiento de las tropas, por tal motivo debía
ser castigado.
La comisión destinada para la captura tenía conocimiento de que el
gaucho frecuentaba la vivienda de una guaina ( muchacha joven) la cual se
encontraba ubicada en la bifurcación de
las rutas que actualmente une las comunidades de P. de los Libres con la de C.
Cuatiá ( Rutas 123 y 119). Hecha la búsqueda comprobaron que allí se encontraba
el prófugo.
Luego de su captura fue enviado a Goya para ser sentenciado, pero
generalmente los desertores no llegaban
a destino sino que eran ejecutados
en el camino.
Cuando el coronel Zalazar (persona que estimaba a Gil) se enteró de
lo ocurrido le pidió al Coronel Zalazar que lo perdonaran, pero el perdón llegó
tarde porque a 8 km de Mercedes Antonio Gil fue colgado de un quebracho de sus pies y degollado con su propio
cuchillo el 8 de enero de 1878.
Antes de su ejecución le dijo
al sargento: “ Tú hijo se está muriendo, pero como es inocente, voy a pedirle
al Señor Bendito que lo resucite esta misma noche, aunque sé que vos me vas a
matar estando en camino mi perdón”.
Al llegar el sargento a su casa se cumplió lo que le había dicho el
gaucho Gil antes de su muerte, su hijo resucitó. Fue entonces que el sargento
con tronco de ñandubay hizo una cruz y junto a otros vecinos la llevó al hombro
hasta el lugar de la ejecución.
A partir de ese hecho los lugareños se volcaron a venerarlo y a
creer en sus milagros llevándole velas y banderas de color rojo por la inocente
sangre derramada (mártir).
Un estanciero vecino del lugar de donde se encontraba la cruz de
Gil, por temor a que se quemara su campo pidió a la policía que traslade la cruz
al cementerio; esto se llevó a cabo pero a partir de ese momento comenzaron sus
penurias, moría su ganado y decaía su salud. Un día antes del amanecer se
despertó exaltado, salió al patio y allí se encontró con la imagen de Antonio
Gil, éste le pidió que traiga nuevamente su cruz al lugar donde se encontraba
anteriormente. Al otro día el estanciero la trajo y mandó construir una pequeña
capilla para proteger las velas del viento.
Con lo ocurrido fue creciendo cada vez más la devoción de los
lugareños.
Cada año al aproximarse la fecha cabe destacar el entusiasmo popular
que se manifiesta con diversos preparativos; el día 8 de enero “Mercede está de
fiesta”. En horas muy tempranas parte desde la ciudad una caravana donde los
jinetes lucen sus originales atuendos y exhiben sus mejores montados con aperos
de plata, lonja, etc., se suman a la misma automóviles, ciclistas o inclusive
miles de personas que van caminando. Todos ellos portando banderas con frases
de agradecimiento. También llegan al santuario creyentes desde distintos puntos
de nuestro país (Argentina) y de países limítrofes expresando su agradecimiento
rezando, cantando y bailando.
Antonio Gil, personaje tan popular venerado por un sinnúmero de
personas que depositan en él su fe sin que la iglesia lo haya canonizado hasta
el momento.
El culto a Antonio Gil evidencia como pocos la idiosincrasia del
correntino, que conjuga el sincretismo religioso con el espíritu festivo de una
raza, la guaraní.
Lo que la gente sencilla interpreta en lo
profundo de su experiencia vital (como dice Jesús: “al Padre le pareció bien
revelar estas cosas a gente sencilla”) es, por un lado, la entrega que tuvo
este hombre al no querer continuar cometiendo injusticia matando a otros
hermanos en la guerra (toda guerra es injusta). Los pobres no quieren que le
cometan injusticias de cualquier índole.
Segundo, en sus necesidades vitales,
especialmente en situaciones de enfermedad confían en el como seguro
intercesor, basados en la respuesta que el mismo gauchito da al sargento que lo
trasladaba para ejecutarlo por desertor: “quédate tranquilo chamigo que yo voy
a interceder ante el Señor Bendito por la salud de tu hijo” milagro que sucedió
después de su muerte.
Los evangelizadores o agentes de pastoral
tenemos en el pueblo mismo la materia prima y la riqueza de los valores del
Reino de Dios escondido que debemos completar con nuestro testimonio de afecto
cordial, compartiendo la vida con ellos y llevando a plenitud las palabras de Jesús:
“vayan y anuncien, a los que crean bautícenlos en el nombre del Padre, del Hijo
y del Espíritu Santo. De ese modo estaremos realizando el hermoso proyecto de
los obispos en Aparecida –Brasil- de ser discípulos y misioneros en un mundo
donde por ningún lado se habla de Dios y sus valores, y mas aun donde nuestra
amada Iglesia y sus pastores esta cada vez mas ausente. Es bueno que recordemos
ese viejo refrán que siempre se cumple: “la silla desocupada la ocupa el
diablo”.
APORTE DEL OBISPADO
DE GOYA-CORRIENTES-
AYUDAS
PARA ENTENDER EL FENOMENO RELIGIOSO DEL GAUCHO ANTONIO GIL
1.
Cómo empezó este culto al Gauchito Gil:
Recordemos que empezó como la veneración
de la cruz de un difunto conocido por la gente del lugar. Y eso en Corrientes y
en todo el norte de nuestro país es una vieja costumbre que nos viene de las
antiguas Misiones franciscanas y jesuíticas.
Debiéramos conocer algo del culto a los
muertos en la religión guaraní y algo de lo que trajo la piedad popular que
heredamos de España, también lo que se enseñó en las Misiones, y lo que fue
tradición en nuestros campos y lo que hemos recibido de nuestros abuelos. Por
ejemplo, era obligación plantar una cruz donde alguien caía muerto, para
señalar el lugar con la señal de los cristianos. Para nuestros antepasados
guaraníes era común dejar sobre la tumba los alimentos y bebidas preferidos del
difunto. Después, los misioneros catequizaron a los fieles sobre el sentido de
esas antiguas ofrendas y enseñaron que se podía consumirlas o llevarlas,
siempre que se rezara por el alma del difunto. Esto sigue vigente en muchos
lugares hasta hoy día.
2.
Lo que cree la gente que se vale de Antonio Gil:
Cree lo que se nos enseñó: que la gente
que es matada violenta e injustamente, pronto alcanza a Dios, porque de algún
modo se parece y se une a Jesús el Hijo de Dios que fue matado injustamente en
la cruz. Y esa persona, una vez que está con Dios, puede interceder por
nosotros. Lo que sabemos por tradición oral es que Antonio Gil no quiso pelear
con sus hermanos y que fue degollado injustamente, de allí deducimos que está
con Dios y que por lo tanto podemos valernos de él cuando necesitamos.
3.
Modo de rezar de la gente:
En general, se sigue la tradición
campesina de visitar la tumba en cada Aniversario o para el Día de los
Difuntos, llevando una “ofrenda”. Luego, allí mismo, frente a la imagen del
santo, rezamos lo que sabemos o se consigue algún rezador o maestros de rezos
que dirija la oración. No puede faltar la música, y el baile es un verdadero
esto religioso dirigido a Dios en honor de nuestro hermano difunto. Finalmente,
si es posible, también allí, compartimos la comida. La gente hace lo que sabe y
lo que puede. Junto con las muchas oraciones que el pueblo se inventa y usa,
ahora también contamos con la Oración que nos mandó nuestro Obispo Ricardo
Oscar Faifer que transcribo más adelante.
ORACIÓN DE LA CRUZ GIL
Padre
todopoderoso,
mediante tu hijo
Jesús
que nació pobre en Belén
y fue matado en
la Cruz,
que injustamente
murió
y te pido que me alcance
de tu gracia
este favor… ( se pide en voz baja la gracia deseada)
Igual que
nuestros mayores
Agradecido seré:
voy a cumplir mi
promesa
y al prójimo
ayudaré
que nuestros
fieles difuntos,
por tu infinito
perdón,
descansen en paz
y rueguen por nosotros,
Padre Dios.
Amén. Amén
Con aprobación
eclesiástica
Ricardo Oscar Faifer (Obispo de Goya)
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