lunes, 31 de marzo de 2014

LA PAZ VERDADERA



      Todos los autores coinciden en que el hombre ansía la paz desde lo más profundo de su ser; pero a veces ignora la naturaleza del bien que tan ansiosamente anhela, y los caminos que sigue para alcanzarlo no son siempre los caminos de Dios. Por eso debe aprender de la historia sagrada que no siempre se la tiene en cuenta en el mundo actual secularizado; y consiste en la búsqueda de la verdadera paz y oír proclamar por Dios Padre en Jesucristo el don de la Paz verdadera.
      Podemos decir que la Paz es la felicidad perfecta. No es sólo el pacto que permite una  vida tranquila, ni el “tiempo de paz” en oposición al “tiempo de guerra”.
      En primer lugar la podemos relacionar con el bienestar de la existencia cotidiana, el estado del hombre en armonía con la naturaleza, consigo mismo, con los demás seres y con Dios; la Paz es bendición, reposo, prosperidad, belleza, vida, salvación.
      La Paz está muy ligada a la felicidad, por ejemplo: de haber terminado y tener la casa propia; la experiencia interior en el acto de restablecer las cosas en su estado de plenitud, en su integridad; por ejemplo: apaciguar un acreedor, cumplir una promesa o voto.
      Tener buena salud también da Paz. En las tradiciones antiguas para preguntar cómo está uno, si se halla bien se decía: “¿Está en Paz?” (2 libro de Samuel 18,32). Para decir que uno vivió una vida dichosa y saciado de días, se decía: “murió en Paz” (Génesis 15,15  -  Lucas 2, 29)
      En la actualidad para tener Paz debe existir mayor seguridad.
      Otra realidad importante y tan carente en nuestra sociedad actual es que la Paz es concordia en la vida fraterna, con la familia, los amigos, con una buena vecindad;  donde reine la confianza mutua, el diálogo sereno y sincero, sin gritos, sin violencia.
      Toda esta realidad material y espiritual de la Paz la podemos encontrar en un simple saludo; los Hebreos dicen: SALÓM para indicar un deseo de bienestar, plenitud y armonía.
      Los árabes se saludan con el  SALAMALEC  para indicar  “buenos días”  o  “adiós”. San Francisco y toda la familia franciscana dicen: “paz y bien” – ya sabemos la armonía que Francisco tenía con todas las criaturas.
      Por último la Paz ligada a la Justicia. Porque la Paz es lo que está bien por oposición a lo que está mal.  Si recordamos la historia bíblica podemos ver que el profeta Isaías ya decía: “No hay Paz para los malvados” (Isaías 48, 22); por el contrario “miren al hombre justo: hay una posteridad para el hombre de Paz” (Salmo 37, 11)
      Nada mejor en este momento presente de nuestra historia Argentina de rezar por la Paz de los argentinos.

Oración por la Patria: “Jesucristo, Señor de la historia, te necesitamos. Nos sentimos heridos y agobiados. Precisamos tu alivio y fortaleza. Queremos ser nación, una nación cuya identidad sea la pasión por la verdad y el compromiso por el bien común. Danos la valentía de la libertad de los hijos de Dios para amar a todos sin excluir a nadie, privilegiando a los pobres y perdonando a los que nos ofenden, aborreciendo el odio y construyendo la Paz. Concédenos la sabiduría del diálogo y la esperanza que no defrauda. Tu nos convocas, Aquí estamos, cercanos a María, que desde Lujan nos dice:¡Argentina canta y camina! Jesucristo, Señor de la historia, te necesitamos. Amén.

jueves, 20 de marzo de 2014

FE Y CONFIANZA EN DIOS VERSUS MIEDO VIOLENCIA E INSEGURIDAD

    
    

     Cómo enfrentar el momento presente de violencia y aflicción, injusticia y egoísmo, inseguridad y miedo. Ya en tiempos del  Profeta Jeremías, en el año 626 antes de Cristo por no decir que siempre hubo todo tipo de contradicciones con respecto al Plan y a la voluntad de Dios.          
     “…De mis ojos están brotando lágrimas , día y noche, sin parar, porque un gran mal aqueja  a mi pueblo, una herida muy grave es lo que sucede. Si salgo al campo, veo personas atravesadas por la espada; si vuelvo a la ciudad encuentro gente desolada por el hambre y la violencia. Tanto los sacerdotes  como los profetas vagan sin sentido, la razón es que no han entendido lo que pasaba en su país”  (Jeremías 14,17 – 18)                                                                                                                     Sabemos también  que la historia la escribe el pueblo humilde, los trabajadores, los militares, los pensadores y los responsables de cada clase social. Dios es quien junta las fuerzas y dispone los acontecimientos de tal suerte que uno fracasa mientras que otro obtiene éxito.
      Dios obra en la historia mediante las obras, las palabras, los escritos y los  rezos, oraciones de muchísima gente. Pero también impulsa fuerzas  más profundas que sacuden la inercia de los corazones y hacen más fuerte entre los hombres el afán de justicia. En estos campos que Dios se ha reservado, solamente le cooperan los hombres y mujeres de fe, especialmente esos que se entregan totalmente a Él.
      Un cristiano, un hombre o mujer de fe a diario practica sus oraciones, y tiene esa relación fluida con Dios. Sabe y siente que Dios nunca lo dejará solo y aunque tenga que atravesar por alguna de estas  circunstancias negativas, sabrá ver y encontrar a Dios en lo que le sucede cada día. Por ejemplo: cuando sufre un asalto, sabrá reconocer la mano de Dios, si no hubo violencia, si fue asistido por alguien, con amor, si no hay que lamentar la pérdida de un ser querido. O  en una enfermedad, en el entorno que lo acompaña, asiste y ora, eso fortalece al enfermo.
      Recordemos que los seres humanos en algún momento pasamos por hechos lamentables, dolorosos y a veces consumados, pero, sólo aquellos que depositan día a  día su confianza en manos del Altísimo
, el que tiene fe, pasa por esas circunstancias difíciles de un modo diferente.
      El cristiano siempre ve la Gracia y la misericordia de Dios y sale fortalecido. Los que no tienen esa conciencia o práctica de fe, acumulan en su corazón a lo largo de su existencia: rencor, odio, rechazo, violencia, negación; se victimizan ven todo oscuro, viven ofuscados, amargados, deprimidos y sin esperanzas.
      No nacemos con experiencia de una fe viva y fervorosa, se va logrando poco a poco, cada uno debe construirla. Es un compromiso, una tarea que se va adquiriendo con la perseverancia en la oración personal y comunitaria, poniendo en práctica los mandamientos, las bienaventuranzas, los preceptos que no caducan aunque cambien los tiempos, y son la semilla para  construir  nuestro bien espiritual  personal y contribuir al bien común y la felicidad de los que nos rodean.
      Es tiempo de hacer nuestra la intervención de Jeremías delante de Dios: “ Nos has rechazado para siempre? O es que estás aburrido de tu pueblo? ¿Por qué nos has herido sin esperanza de mejorar? Esperábamos la paz y ninguna cosa buena llegó además se presentó el miedo.”
      Y así como el profeta debemos reconocer que todo lo que sucede es causa del pecado que nos aleja de Dios.
      “Reconocemos,  oh Dios, nuestra maldad, la perversidad de nuestros padres y que también nosotros hemos pecado contra ti.  No nos desprecies más por el honor de tu nombre, no profanes más el trono de tu Gloria. Acuérdate de nosotros y no rompas  tu alianza con nosotros. ¿Hay acaso entre los ídolos de los paganos que haga llover? O son los cielos los que dan la lluvia? ¿No eres Tú el único Dios?

     ¡ Oh Dios nuestro, sólo en ti esperamos, porque eres tú quien ha hecho todas las cosas!”. (Jeremías  14, 19 – 22)

martes, 18 de marzo de 2014

FUERZA AÉREA: HOMBRES Y MUJERES COMO UNO




          EN ESTA HERMOSA ETAPA DE MI VIDA COMO SACERDOTE MISIONERO Y TRATANDO DE RESPONDER CON CREATIVIDAD APOSTÓLICA EN EL AMBIENTE CIVIL Y MILITAR EN EL ÁREA MATERIAL DE QUILMES, Y EN CUALQUIER UNIDAD DEL PAÍS DONDE ME SOLICITEN SERVICIO RELIGIOSO.
         ES UNA EMOCIÓN Y BENDICIÓN PODER ACOMPAÑAR ESPIRITUALMENTE A HOMBRES Y MUJERES CON VOCACIÓN DE SERVICIO Y DEFENSA DE NUESTRA AMADA                                                       ARGENTINA.

                PARA LOS QUE DESCONOCEN EL TRABAJO DE UN CAPELLÁN MILITAR, ES SEMEJANTE EN TODO A UN PÁRROCO EN SU IGLESIA PARROQUIAL, CON LA DIFERENCIA QUE LOS ESCENARIOS DE ACCIÓN SON DIVERSOS, DIFERENTES, COMO SE PUEDE OBSERVAR EN LA FOTO.

lunes, 17 de marzo de 2014

FIESTA PATRONAL DE SAN MAURO


           UNA ESTUPENDA OPORTUNIDAD DE RENOVAR NUESTRA 
VIDA DE RELACIÓN CON DIOS, CON LA VIDA DE GRACIA, CON LO SAGRADO, CON NUESTRA PROYECCIÓN SOBRENATURAL; TUVIMOS EN LA COMUNIDAD CATÓLICA SAN MAURO, QUILMES.

QUE IMPORTANTE ES EN ESTE PRESENTE RECUPERAR LOS SIGNOS SIMPLES PERO PROFUNDOS DE NUESTRA FE, DE NUESTRA RELIGIOSIDAD. LA FIESTA PATRONAL, LA PROCESIÓN, LA KERMES, EL BAILE, LA FIESTA. TODO HACE AL ENCUENTRO, A LA CERCANÍA, LA FRATERNIDAD, A LA FAMILIARIDAD QUE HEREDAMOS DE NUESTROS ANTEPASADOS. 
ES UNA OPORTUNIDAD DE RENOVAR LA PROTECCIÓN Y BENDICIÓN DE DIOS, A TRAVÉS DEL SANTO. ESTA FE RENOVADA AYUDA A CONTINUAR EL COMPROMISO SOCIAL QUE LLEVA ADELANTE TODA LA COMUNIDAD MAURINA




sábado, 15 de marzo de 2014

VIVIR LA VIDA O EXPERIMENTAR LA FIDELIDAD EN EL MOMENTO PRESENTE



      Vivir la vida de cualquier forma no es todo, porque muchas veces quedamos enganchados con el pasado, nos ilusionamos y sufrimos las exigencias de los instintos, de los deseos.
      Otros  temen  ante el futuro personal y de los demás (hijos o nietos).
      Todos se olvidan de vivir el presente.
      Hay un único medio de no fracasar en la vida: sumergirse por entero en el momento presente. Respondiendo al amor infinito que como signo Dios se hace presente.
      Los hombres  y mujeres sólo viven unos meses de plenitud. Llegan a los 70 u 80 con el peso de los años sin haberlos disfrutado, porque viven por las orillas de la existencia.
      ¿POR QUÉ  NO  VIVES  TU  VIDA?  Unos piensan que la vida es para mañana: hay que pensar y prepararse para el porvenir: los exámenes, la profesión, el hogar; luego el provenir de los hijos, sus exámenes, su profesión, su hogar.
      Luego llegan los años de ancianidad: preocupación por la jubilación, los impuestos, la casa grande por el síndrome del  nido vacío; mañana haré, mañana tendré, mañana seré. . . ¿Por qué esperar el mañana para vivir? Un día no tendrás mañana y no habrás vivido.
      Uno se ata al PASADO, que parece importante porque su experiencia, lo viviste, pero eso fue ayer, hoy ya no tenes ningún poder sobre él.
      El FUTURO  te preocupa, te seduce, en sueño puedes moldearlo, pero todabía no existe y no te debe hacer perder el tiempo.
      El  PRESENTE es tan efímero y no le das valor, y sin embargo es el único que está en tu poder. LA VIDA NO ES MÁS QUE UN CONJUNTO DE MOMENTOS PRESENTES.
      Crees ver ante la felicidad, la alegría, el amor a Dios. Es espejismo. Te olvidas trágicamente de que Dios está a tu lado, en el lugar exacto donde tú estás, en el momento en que vives y que él lo sostiene todo.
      A veces somos ese peregrino que abandona a Dios al borde del camino para correr tras su imagen.
      El ansioso quiere vivir muchos instantes a la vez.  Si querés triunfar en la vida, déja el pasado en manos de Dios, déjale también el futuro  y vive plenamente, uno tras otro, cada momento presente.
      El presente es liviano, no aplasta, no te cansa, tiene dimensión humana, puedes orientarlo y vivir con él. Su profundidad es infinita, está habitado por el amor.
      Dios te espera en el instante presente. Si te alojas en él como el enchufe en la toma de corriente, la luz y la fuerza  pasarán por ti.
      El instante presente es el punto de inserción de Dios en tu vida y a través de ti, en la vida del mundo. Pero Dios no pasará sin tu libre consentimiento. Si aceptas el instante presente, sin apegarte al pasado ni preocuparte por el porvenir; permitirás la encarnación mística del Hijo de Dios.

      Si eres fiel al presente, te librarás del pasado y no te atormentarás por el futuro. “A cada día le basta su propia preocupación” dice la Sagrada Escritura.