Ascensión de Jesús al cielo

Ascensión de Jesús al cielo

         1-Para comprender este misterio, como para todas las realidades trascendentes  de Dios, es necesario    la Fe. Debemos distinguir también a la luz de los textos bíblicos qué es cielo, qué es tierra: * Cielo es la morada de la Divinidad. * Tierra es escabel de sus pies o la morada de los hombres.

 Así para visitar a los hombres Dios desciende de los cielos, y luego asciende de nuevo a el. El Espíritu Santo enviado de Dios desciende a la tierra.

La Palabra igual después de realizar su obra vuelve a Dios. Muchos textos del antiguo testamento hablan de este dinamismo de subida y bajada de lo Divino. Los ángeles para dar su mensaje Divino bajan del cielo.

2-Hay que distinguir también entre Resurrección y Ascensión al cielo. Son dos momentos distintos ( para Dios nada es imposible) o fue el mismo día- después de hablar con María Magdalena y sus discípulos- o pedagógicamente fue unos días después Mc 16,19  de sucesivas manifestaciones. Finalmente Hc 1, 3-11 dice que fue al final de cuarenta días de apariciones y manifestaciones que Jesús abandonó a sus discípulos para subir al cielo.

3- La fiesta de hoy remarca dos aspectos de una misma realidad de Jesús: A- La glorificación celestial de Jesús, o sea, no hay dudas de que Él es Hijo de Dios. B- Por último marca el fin de su misión en la tierra. Es así que Cristo triunfador sobre la muerte inauguró un nuevo modo de vida cerca de Dios. Él acielizó ( descender en el cielo)  primero para preparar un puesto a  sus elegidos, luego retornará para la parusía y los llevará para que estén siempre con Él Jn 14,2

4-Esta fiesta litúrgica tiene que llevarnos a vivir una espiritualidad de la Ascensión: Los cristianos mientras esperamos el tiempo final en este mundo -la muerte- debemos mantenernos unidos por la Fe y los Sacramentos con Jesús glorificado.

      Ya desde ahora resucitados y hasta sentados en el cielo con Él Ef 2,6 “Buscamos las cosas de arriba”.  Pues la verdadera vida está escondida con Cristo en Dios Col 3,1 ss. La ciudad eterna se halla en el cielo Fil 3,20 donde seremos revestidos del Cristo glorioso.

       De ahí brota toda la espiritualidad de la Ascensión a base de esperanza, pues desde ahora hace vivir al cristiano en la realidad del mundo nuevo en que reina Cristo; pero no por eso somos arrancados del mundo antiguo que todavía nos retiene, sino por el contrario tenemos la misión de poder vivir en el en forma nueva, que eleva a este mundo a la transformación de gloria a que Dios nos llama.