III
Conferencia General del Episcopado Latinoamericano- Documento de Puebla
2.4
María, Madre y modelo de la Iglesia
282- En nuestros pueblos, el Evangelio ha
sido anunciado, presentando a la Virgen María como su realización más alta.
Desde los orígenes – en su aparición y advocación de Guadalupe-, María
constituyó el gran signo, de rostro maternal y misericordioso, de la cercanía
del Padre y de Cristo con quienes ella nos invita a entrar en comunión. María
fue también la voz que impulsó la unión entre los hombres y los pueblos. Como
el de Guadalupe, los otros santuarios marianos del continente son signos del
encuentro de la fe de la Iglesia con la historia latinoamericana.
En esta línea que nos marcan los obispos,
comparto con ustedes ésta oración para que recemos por nuestra gente del
continente latinoamericano:
SANTA
MARÍA DE AMÉRICA LATINA
Madre nuestra eres, María, de todo este continente,
pues Tú has estado presente en toda nuestra historia
Y nos sigues conduciendo a la verdadera gloria.
Nuestra Evangelización sintió tu mano amante
pues Tú seguiste constante aquella grande misión;
Por eso te apareciste en el Santo Tepeyac.
Y ahora tus hijos te imploran.
MARÍA DE GUADALUPE, te llaman los mexicanos,
Y son tus fieles cubanos, aun cuando se los silencia
Hijos todos muy devotos de la MORENA
DE COBRE.
VIRGEN DE COPACABANA, te
invoca el hombre del altiplano,
Y en todo el Sur del Perú te quieren VIRGEN DE CHAPI,
Y los chilenos piadosos en tu santuario en Maipú.
Y es hacia APARECIDA a donde van los brasileños
para pedirte postrados escuches sus sufrimientos,
y en LUJÁN, te imploran los argentinos.
SEÑORA DEL COROMOTO, te veneran los venezolanos,
Y van los ecuatorianos a tu santuario del QUINCHE,
Bella estrella de Colombia, virgen de CHIQUINQUIRA.
En el Paraguay tu reinas, SEÑORA DE CAACUPE;
Alma de los uruguayos, VIRGEN DE LOS 33;
Sol de los dominicanos, eres VIRGEN DE LAS MERCEDES.
¡OH SEÑORA DEL ROSARIO!, LUCERO DE GUATEMALA,
Y en CATARGO de Costa Rica acoges a los peregrinos;
En El Salvador te invocan, ¡OH SEÑORA DE LA PAZ!,
Y aunque el sufrimiento venga, los fieles
en CHINANDEGA te piden que la fe no sea vencida.
María Virgen y Madre, cuida a este tu Continente.
Haz que tengamos justicia y que ya no haya miseria,
que en nuestra tierra fecunda haya reconciliación .
Y ante todo, María, enséñanos el amor,
haznos fieles a Dios Padre, fraternos a los hermanos
Conviértenos a tu Hijo, que seamos como Jesús,
él fue un Hijo que pasó haciendo el bien.
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