Como para toda actividad humana necesitamos una ayuda
extra para nuestra mente y más aun para el espíritu, en esa línea se enmarca el
símbolo de la corona de adviento en el ritual de preparación para celebrar
adecuadamente la Navidad, o sea el nacimiento del Sol de Justicia, que es Luz
del mundo. Jesús mismo se autodefinió como “Luz del mundo, y quien lo sigue no
andará en tinieblas sino que tendrá la luz de la vida”
La corona de adviento es una tradición cristiana que
simboliza el recorrido de las cuatro semanas que anteceden a la Navidad.
Consiste en adornar adecuadamente una corona de ramas imitando el pino o abeto,
o cualquier otro modo, con cuatro (o en ocasiones cinco) velas. Comenzando el
primer domingo de adviento, el encendido de una vela y puede acompañarse de la
lectura bíblica u oraciones. Durante las siguientes tres semanas se encienden
el resto de las velas hasta la semana anterior a la Navidad las cuatro velas
están encendidas. Algunas coronas de adviento incluyen una quinta vela, la
“vela de Cristo”, que se enciende en Navidad.
Se comprende también esta práctica de las velas si lo
relacionamos con habitantes del campo, dedicados a la agricultura, en el
hemisferio norte, donde los días anteriores a la navidad ya es invierno, por lo
tanto los días son más cortos y poco luminosos. El nacimiento de Cristo comenzó
a celebrarse el 25 de diciembre de cada año ocupando el lugar de las saturnales
y el Dies Natalis Invicti, Festival del Nacimiento del Sol Inconquistado,
festividad romana dedicada al Sol Invictus y vinculada al solsticio de
invierno.
Algunas fuentes
sugieren que la corona, reinterpretada como un símbolo cristiano, era de uso
común en la Edad Media, mientras que otras consideran que no se estableció como
tradición cristiana hasta el siglo XVI en Alemania.
En las Iglesias y en los hogares cristianos el encendido
de las velas es una forma de preparación para la Navidad; en el campo europeo,
se comparte la luz en las largas noches de invierno, recordando a los creyentes
la venida de Jesús, la Luz del mundo. El uso de la Luz como símbolo de la
revelación y salvación de Jesús es una constante en el Evangelio de San Juan.
Qué bueno sería si de buena gana implementamos estas prácticas
y vivencias religiosas, sin tener vergüenza, sería un buen testimonio cristiano
en una sociedad donde nada nos habla de Dios ni de sus valores.
TEXTOS BIBLICOS QUE PUEDEN AYUDAR A PREPARAR LA VENIDA
DE JESUS
-
Marcos 13,33, estén preparados
y vigilando. . . .
-
II Carta de San Pedro 3,13-14
Nosotros esperamos según las promesas de Dios cielos y tierra nueva. . . .
-
1 Tesalonicenses 5,23 Que el
propio Dios de la paz y los santifique. . . .
-
Romanos 13,13-14 Conduzcámosnos
como en pleno día, con dignidad. . . .
-
2 Tesalonicenses 1,6-7Es justo a los ojos de Dios pagar con
alivio a ustedes los afligidos. . .
-
San Lucas 2,6-7 Y sucedió que mientras estaban allí sucedió
el día del alumbramiento . . .
MEDITACION
La Virgen y San José, con su fe, esperanza y caridad
salen victoriosos en la prueba. No hay rechazo, ni frío, ni oscuridad ni incomodidad que los
pueda separar del amor de Cristo que nace. Ellos son los benditos de Dios que
lo reciben. Dios no encuentra lugar mejor que aquel pesebre, porque allí estaba
el amor inmaculado que lo recibe.
Nos unimos a la Virgen y San José con un sincero deseo
de renunciar a todo lo que impide que Jesús nazca en nuestro corazón.
ORACION
Derrama Señor, tu gracia sobre nosotros, que, por el
anuncio del ángel, hemos conocido la encarnación de tu Hijo, para que lleguemos
por su pasión y su cruz a la gloria de la resurrección. Por Jesucristo nuestro
Señor. Amén.
BENDICION DE LA CORONA (Para iniciar este momento de
oración, se reúne toda la familia alrededor de la corona de adviento. El papá o
la mamá, cada domingo motiva a todos los integrantes a vivir con alegría y
respeto este momento)
PAPÁ O MAMÁ: Bendecir significa “decir bien”, es
pedir la intervención de Dios mediante las palabras y gestos. Como padre de
familia, los invito a invocar una bendición sobre esta Corona de Adviento, de
esta manera estamos subrayando el significado que ella tiene para todos
nosotros.
SE DICE EN VOZ
ALTA: “La tierra, Señor, se alegra en estos días y tu Iglesia desborda
de gozo ante tu Hijo, el Señor que se avecina como luz esplendorosa, para
iluminar a los que están en las tinieblas del egoísmo, del dolor y del pecado.
Llenos de esperanza en su venida hemos preparado con
gran cariño esta corona, la hemos hecho con ramas verdes de nuestra tierra,
para que nos acompañe en nuestro hogar en este tiempo de preparación para la
venida de tu Hijo.
Te pedimos Señor que al ir encendiendo estas velas nos
ilumines a todos nosotros con ese esplendor de aquel que, por ser Luz del
mundo, iluminará todas las oscuridades.
Él que vive y reina por los siglos de los siglos. Amén.
“Ven, ven Señor, no tardes; Ven , ven que te esperamos; Ven pronto Señor”
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